sábado, 5 de enero de 2013

48. CANSANCIO.


Liam- Has dado en el clavo.
Con que toda la buena experiencia que está experimentando es gracias a mí. Gracias a mi apoyo. Fuí la única que le ayudó. Le acompañé durante su recorrido hacia la fama. Y lo ha conseguido. Creí en sus sueños y todo dió su fruto. Esa idea me llena por dentro. He ayudado a alguien a cumplir sus sueños. ¿Satisfactorio? Muchísimo. Pero obviamente es más satisfactorio haberlo conseguido. La verdad es que todos somos muy buenos consejeros con los demás. Siempre sabemos qué decirle a un amigo que tiene problemas. A tu amiga le ha dejado su novio y tu amigo tiene problemas en casa. Siempre sabes qué decir y cómo decirlo, sabes cómo hacer sonreír a esa persona. Sabes cómo sacarla de la oscuridad y hacerla brillar. Sabes cómo enseñarle a aceptar las cosas y vivir, pero, ¿nos aplicamos a nosotros nuestras propias palabras? La respuesta es no. O al menos casi nunca. Sabemos cómo solucionar los problemas de los demás, y los nuestro quizás también, pero no tenemos la suficiente fuerza de voluntad como para ayudarnos a nosotros mismos.
Samantha- Me parece increíble. ¿Cómo llevaste lo de ser famoso al principio?
Liam- Pues la verdad es que me parecía algo irreal. Todavía me parece extraño que millones de personas me conozcan. Se me hace raro. Empezamos desde lo más bajo y ascendimos hasta la cúspide. Es algo impresionante.
Mira hacia el techo, con una ancha sonrisa que muestra toda la satisfacción que siente. No se arrepiente de nada. Ha cumplido su sueño. Poca gente lo consigue a lo largo de su vida, pero él ya lo ha hecho. Ya hace lo que quiere. Lo que le gusta. Felizmente. Yo quiero hacer algo que me llene. Hacer algo como él, pero haciendo algo que me guste. Como dibujar. Me encanta dibujar. Dibujar todo lo que me encuentre. Desde paisajes a bodegones. Todo lo que veo puedo dibujarlo. Hace mucho tiempo que no dibujo nada. Debería volver a mis costumbres. Tardes llenas de arte. Música y dibujo. Complementadas. Una tarde de relax.
Samantha- Estoy cansada.
Liam- ¿Tienes sueño?
Samantha- No es sueño, es cansancio... Yo me entiendo.
Y menos mal que me entiendo, porque lo de expresarse no es exactamente lo mío. Empiezo a hablar y me trabo, me equivoco de órden, de la historia. Cosas así. Las presentaciones en clase sugerían pesadillas para mí. O las exposiciones o debates. Estar de cara al público siempre me ha dado pavor. Es superior a mi persona. Mi voz ante la gente desconocida se vuelve fina y de un timbre bajo. Hablo flojito, con vergüenza. Soy un bicho raro.
Liam ríe y sale agarrándose de la pared. Pone un pie en las escaleras y desciende despacio por cada escalón, para no caer. En cuanto llega al suelo se da la vuelta con los brazos en jarras y me mira expectante. Capto su mensaje a la primera. Me pongo en pie con cuidado de no chocar mi cabeza contra el techo y bajo las escaleras con más rápidez de la que ha utilizado Liam.
Samantha- ¿Y ahora qué?
Liam- A descansar.
Acto seguido se tira al suelo boca arriba con todas las extremidades extendidas. Me invita a tumbarme a su lado con un gesto de la cabeza y yo le hago caso. Me siento sobre el fresco césped y a continuación coloco mi cabeza a la altura de la de Liam, para poder mirarle a los ojos cuando hablemos. Pero en vez de mirarle, lo primero que hago es contemplar cielo azul. Manchado con voluminosas nubes blancas, que cubren parcialmente el cristalino cielo. Precioso. Comienzo a buscar nubes que se asemejen a algo que tenga relación con lo que conozco. Diviso al oeste una pequeña nube con forma de pez. Al decirlo en voz alta Liam mira el cielo y comienza a jugar conmigo. Levanto el brazo en dirección al cielo para indicarle que mire la nube con forma de conejo.
Samantha- ¿Ahí qué ves?
Liam- Una nube.
El comentario me parece tan estúpido que me hace reír. Seguimos descifrando los secretos del cielo, yo descubriendo figuras tales como lunas, caballos y cerdos, y Liam nubes. Eso es tener imaginación. Con tanta imaginación me entra el sueño de verdad. Se me van cerrando los ojos. El reconfortante césped me envuelve. Y entonces es cuando sucumbo al sueño, no sin antes ver cómo Liam se levanta y va en dirección hacia el rosal de al lado del árbol.
Floto. Floto en una especie de piscina gigante. Más grande de lo que te puedas imaginar. No puedo alcanzar a ver hasta donde termina, pero sé que no es una playa porque el suelo está hecho de mosaicos. Doy brazadas hacia ningún lado, y después de lo que parecen horas, diviso al fondo una especie de gran ciudad. Es de noche. En cuanto consigo salir del agua me adentro, ya seca, al centro de las luces de neón que decoran la ciudad. Hay un buen ambiente, personas que no se percatan de mi presencia, parezco invisible. Nadie me mira. Tienen la mirada perdida. Camino en dirección contraria a ellos, y todavía no me he chocado con nadie. Al girar una esquina me encuentro con una gran plataforma, en ella hay alguien. Pero no se escucha nada, todo es silencio. La gente salta y da brincos ante el espectáculo que les ofrecen,y al acercarme atraída, por fin consigo saber de quién se trata. One Direction. Veo cómo mueven los labios, pero de su boca no emerge ningún sonido. Ni en sus labios ni en los labios de nadie. Todo es silencioso. De pronto Liam me ve apartada del cúmulo de gente mi hace subir al escenario improvisado. Subo obediente a sus órdenes y sin más dilación comienza a acariciarme el pelo, sin razón alguna, mientras 'canta' sin sonido. Realmente extraño.
Abro los ojos y me encuentro a Liam, tumbado a mi lado de un costado, muy cerca de mí, a escasos centímetros, acariciando mi pelo. Jugando con el y peinándolo con sus dedos. Las caricias me relajan, pero cuando ve que me he despertado se aparta. Cuando hago ademán de incorporarme noto que algo me rodea. Miro a mi alrededor y observó cómo una considerable cantidad de flores dibujan mi cuerpo adaptándose a mi figura. Miro a Liam pidiendo una explicación, pero en el fondo me estoy riendo. De detrás de la espalda se saca una flor de color rosa y me la coloca detrásde la oreja.
Liam- Bellas flores, para la chica más bella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario