sábado, 5 de enero de 2013

15. INNOLVIDABLE. [Parte 1]


Estoy cayendo a lo más profundo. Lentamente. No hay nada a mi alrededor. Todo es oscuro. Pero noto una brisa que me remueve el pelo. No sé donde estoy. Todo gira. Y de pronto caigo. No, no caigo. Alguien me coge. Alguien me posa sobre sus fuertes brazos que me retienen. Me aprisionan. No veo nada. No puedo abrir los ojos. Pero lo oigo todo. Siento la respiración de mi captor. ¿Quién es y a dónde me lleva? Tengo miedo. Pero no puedo moverme. Y algo me dice que no me va a pasar nada. Haré caso.
De repente escucho olas. Olas rompiendo en las rocas. Estoy en la costa. En la playa. ¿Cómo me han podido traer hasta aquí? Veo el mar azul. El agua parece limpia. Veo... Espera, ¿veo? Ya veo. Lo veo todo. Es una playa que jamás he visto. Hay millones y millones de palmeras. Esculturas de arena. El cielo es rosado. Marca el atardecer. Es un paisaje impresionante.
Mi secuestrador me deja en el suelo y siento la arena en mis pies descalzos. Observo mi vestimenta. Llevo un largo vestido blanco. Con pequeños lunares blancos tejidos. Es precioso. Al darme cuenta de que he sido liberada por mi captor me giro para ver de quién se trata. Liam. Debería de haberlo imaginado. Él lleva una camiseta de manga corta negra y un bañador gris y blanco. También va descalzo. Por eso no escuchaba sus pisadas en el suelo. Aún así sigo sin entender la situación.
Samantha- ¿Dónde estamos?
Liam- En el lugar donde los sueños se cumplen.
Antes de que le pueda preguntar que a qué se refiere me vuelve a coger en brazos. No me puedo deshacer de él. ¿Adónde me lleva? Quiero bajarme. Se está acercando al agua. La siento cerca. Se me vuelve a cegar la vista. No me gusta esta sensación. De repente noto cómo me lanza. Me lanza al agua. Y caigo.
Abro los ojos de par en par. Menos mal que era un sueño. Sé que era demasiado extraño. Pero lo sentía todo muy real. No recuerdo haberme quedado dormida. Pero todo se confirma cuando veo el libro abierto en mi barriga. Lo cojo lentamente y lo examino. No recuerdo dónde me quedé. Paso páginas hasta que llego a la página indicada. Aquí es. Cojo el marcador y lo pongo en medio dejándolo sobresalir un poco. Listo. Lo dejo sobre la mesa y miro la hora en mi despertador. 19:30. Es tarde. No suelo dormir la siesta. Y este sueño me ha desconcertado. Entonces recuerdo las palabras de Liam: "En el lugar donde los sueños se cumplen". ¿Qué querría decir? No tengo ni idea.
No sé a qué hora iba a pasar Liam a por mi. Pero me dijo que por la noche. Le enviaré un mensaje. Lo escribo rápidamente y listo. Enviado. Antes de dejarlo sobre mi escritorio se ilumina la pantalla. Qué rapidez. ¿Tendrá el móvil al lado esperando a que le llame? Eso me recuerda a algo.
<<Liam- En media hora paso a por tí.>>
Pues entonces no es tan tarde. Aún está el Sol resplandeciente. Ahora se ha nublado un poco. Esto ya es más normal. Me dirijo hacia mi armario con el mismo debate que esta mañana. ¿Qué me pongo? Busco en mis cajones hasta que encuentro lo que parece ser algo aceptable. Unos pantalones azules marinos cortos y una camiseta blanca de tirantes en la que pone en letras grandes en distintos azules: I'M A PERSON. Me encanta esa camiseta. Lo primero que pienso en cuanto la veo es en que todos somos iguales. Somos personas. Nada más. No son necesarias más etiquetas que la sociedad coloca a diestro y siniestro. Vuelvo a ser profunda.
Me doy una ducha rápida y me pongo la ropa que he extendido sobre mi cama. Bien. Me pongo unas zapatillas blancas y me pongo frente al espejo. Me encanta este conjunto. La camiseta me la compré hará cosa de un mes. Estaba en oferta. Fue una gran compra.
Miro la hora. Son las 19:55. Quedan cinco minutos para comenzar con el final de un día increíble. Voy al baño a cepillarme el pelo. Me lo peino para atrás haciendo que casi instantáneamente caiga por los lados. A veces mi pelo es bonito. Pero solo a veces.
Cojo el dinero suficiente de mi hucha de cerdito. Sí, es un cerdito. Y me lo guardo en el bolsillo. También cojo mi móvil y cuando lo hago empiezo a pensar en una cosa. Nunca me había parado a pensar en ello. ¿Cuántos mensajes le puedo haber dejado? Unos 50 perfectamente. Voy a echar un vistazo. Todo empiezan por un: "Liam, por favor...". Había llegado a suplicarle. Lo he pasado fatal. Pero todo se me olvida cuando oigo tocar el timbre. Miro la hora. 20:00. Siempre tan puntual. Bajo corriendo las escaleras y antes de que mi madre abra la puerta le digo que es Liam y que me voy con él.
Catherine- ¿Otra vez? Y luego dices que no hay nada entre vosotros.
Samantha- Déjalo estar, mamá. No sé a la hora que volveré, te enviaré un mensaje.
Catherine- De acuerdo, cariño. Ten cuidado.
Abro la puerta y ahí está. Apoyado en el marco. Esbozando una sonrisa. Lleva una camiseta gris de manga corta y unos vaqueros. Va sencillo. Pero aún así guapísimo. Tenía la duda de si había que ir casual o no. Así que me la he jugado y me he puesto casual. Menos mal que he acertado. Liam se asoma a la puerta y mira a mi madre.
Liam- Buenas tardes, señora Holoway.
Catherine- ¡Oh, Liam! ¿Y esas formalidades? ¡Ven aquí que te dé un abrazo!
Mi madre y Liam siempre han tenido una relación muy estrecha. Es como el hijo que nunca tuvo. Me parece algo precioso. Con mi padre se lleva muy bien. Hablan juntos de deporte y cosas de chicos. Prefiero no entrar en detalles. En cuanto se separan Liam le dice que cuidará de mi. Y nos despedimos de ella.
Samantha- Bueno, cuéntame tu plan, señor conductor.
Liam- Pues mira. Vamos a coger el coche y nos vamos a ir al centro de la ciudad a pasear y cenar. ¿Te parece buena idea?
Samantha- ¡Me parece bien!
Me conduce hasta su coche y me dice que me ponga de copiloto. No estoy acostumbrada a montar delante. Dado que cuando vamos en coche mi madre se sienta delante con mi padre. Me habré montado un par de veces delante. La experiencia no ha sido mala. Hay más campo de visión que en los asientos traseros. En cuanto me siento me abrocho el cinturón. Soy una maniática de la seguridad. No me arriesgo a ningún accidente.
Liam- Ese gesto me ofende.
Cierto. Es bastante ofensivo. Él ni se ha sentado a mi lado y yo ya estoy lista para arrancar. Pero su cara me hace reír. Está falsamente ofendido y me está haciendo pucheros. Le salen muy bien. Parece real. Ha llegado un momento en el que me ha dado pena.
Samantha- Lo siento, ha sido un acto reflejo.
Liam- Infravaloras mi manejo con el volante, y eso que todavía no me has visto conducir. Estoy realmente ofendido.
Vuelve a hacer pucheros. Pero esta vez duran poco. En cuanto se sienta y se pone el cinturón empieza a reírse. Este chico es increíble. Amo su risa. Es de felicidad. Es feliz conmigo. Y eso me hace realmente feliz.
Samantha- Calla y conduce.
Liam- ¡A sus órdenes copilota!
Arranca el coche y salimos del garaje con precisión. Le felicito por su brillante salida y me da las gracias. Mientras conduce pone música. Está sonando 'Safe & Sound' de Taylor Swift. Como me sé la letra empiezo a cantarla. Esta canción tiene notas muy altas. Así que cuando toca cantar esas partes Liam se ríe de mi.
Liam- No sabes cantar.
Samantha- ¡Oye! ¿No me dan un premio por participar?
Liam- Te llevarás un bofetón como sigas cantando.
Samantha- Yo también te quiero.
Mi tono burlón le saca una sonrisa. Cuando sonríe está más guapo todavía. Y ha cogido color. El pelo ahora que lo lleva corto le queda mejor. Parece más mayor. Le sienta bien la madurez. Aunque él siempre ha sido muy maduro. Ahora está más descarado. Como se tiene que desenvolver ahora parece más graciosillo. Más pícaro. Me gusta más ahora. Después de 12 minutos llegamos al centro de la ciudad. Encontramos dónde aparcar a la primera y nos bajamos del coche.
Liam- Cuéntame tu experiencia estando yo al volante.
Samantha- Me ha parecido sorprendete su buen manejo al volante, señor Payne.
He hecho mal, pero que muy mal. Al decir Payne un grupo de chicas de unos 13 o 14 años se han dado la vuelta a la vez en busca del susodicho. Lo ojos se les abren como platos cuando lo captan, entonces empiezan a chillar y a llorar. Corren hacia aquí.
Chica- ¡ES LIAM PAYNE!

No hay comentarios:

Publicar un comentario